Zona del Silencio
Localizado en la convergencia entre tres estados Coahuila, Chihuahua y Durango, en el centro del Bolsón de Mapimí, se encuentra la Zona del Silencio, un lugar que ha saltado a la fama por rumores de conos magnéticos, visitas extraterrestres y naturaleza materia de investigación de científicos nacionales y extranjeros.
Los rumores empezaron en 1930, cuando un piloto mexicano que sobrevolaba la zona reportó fallos en las comunicaciones. Luego, en la década de los 70s del siglo pasado, un cohete de la NASA, el Athena, se estrelló en el lugar y tras varias semanas de búsqueda finalmente fue encontrado y llevado de vuelta a los Estados Unidos junto con algunas toneladas de tierra. Desde entonces, los reportes de fallos mecánicos, brújulas que se descontrolan y avistamientos de objetos y luces, aunados a la alta incidencia de aerolitos que caen en la zona, ha despertado la curiosidad de muchos por confirmar las leyendas.
La Zona del Silencio es un lugar desértico, apartado del mundo –algunos ejidos apenas en la región y el centro de investigación de la reserva- en el que las temperaturas alcanzan un máximo de 45°C y un mínimo por debajo de los cero grados centígrados. Parte de la Reserva Natural de la Biósfera de Mapimí, la Zona del Silencio comparte con la reserva la fauna y flora de la región: cactus rojos y violetas y las tortugas endémicas –ahora protegidas, entre lo más llamativo. Así mismo, se hallan fósiles marinos en abundancia pues la zona estuvo sumergida en el mar hace millones de años; finalmente, hay restos de construcciones y vestigios de etnias que habitaron la región en la antigüedad.
Si va en búsqueda de conectarse con el universo a través del intenso cielo estrellado, encarar los misterios que parecen poblar la región o simplemente acercase a la naturaleza sorprendente y el desierto inhóspito, es importante adentrarse en la zona con la ayuda de un guía experto, víveres suficientes y mucha agua. La Reserva de la Biósfera a la que pertenece la zona está protegida y la fauna, flora, vestigios arqueológicos y fósiles no deben salir del lugar. La experiencia y las historias que la Zona del Silencio suscitan son más que suficiente para llevar de vuelta a casa.
Según algunos especialistas en la materia, se han localizado puntos de gran magnetismo que impiden la propagación de ondas hertzianas de radio, lo cual se debe a la gran cantidad de piedras negras que existen en la región. Se ha dicho también que la razón es que han caído varios meteoritos, pero lo que sí es un hecho es que, a finales de la década de los sesenta, cayó aquí parte de un cohete de los Estados Unidos, probablemente atraído por el electromagnetismo de la zona.
La principal actividad en esta zona es la exploración, ya que se trata de un inmenso desierto. También se realizan estudios de los animales y plantas propios de la región, los cuales se llevan a cabo por científicos e investigadores afiliados a la UNESCO.
Por otro lado, es un lugar ideal para tomar fotografía y video, pues se trata de un lugar único. Además, si eres aficionado a la astronomía, este lugar es muy apropiado para observar las estrellas.
Cuando pasees por aquí en bicicleta o caballo tendrás la oportunidad de escuchar los ecos de la Zona del Silencio.