Puerto Vallarta
El capitán Francisco Cortés de San Buenaventura fue el conquistador de esta región "Puerto Vallarta, Jalisco". Narran los hijos de cronistas que cuando llegó al pueblo de Tintoque, estaban esperándolo a la entrada más de veinte mil indios armados y portando una banderita de plumas en la mano, y por eso, los españoles le dieron al valle el nombre de Banderas y así se llama hasta hoy.
El pueblo se fundó el 12 de diciembre de 1851, por Don Guadalupe Sánchez Torres, quien lo llamo Las Peñas de Santa María de Guadalupe. El nombre eventualmente se redujo a Puerto Las Peñas. La creación del Puerto se debió a que se necesitaba transportar la plata proveniente de las minas cercanas (San Sebastián del Oeste, Mascota).
El rancho Las Peñas fue creciendo y el 14 de julio de 1885 el puerto se abrió al tráfico marítimo nacional utilizando oficialmente el nombre de Las Peñas.
El 31 de mayo de 1918, por el decreto se le concedió a Las Peñas el título de municipalidad. A partir de esa fecha, Las Peñas se llamaría Puerto Vallarta en memoria del abogado y Gobernador de Jalisco, Don Ignacio L. Vallarta.
En esa época, la agricultura era la principal fuente de riqueza de la región. También se explotaban el coquito de aceite y el chile que crecían silvestres en las montañas y la pesca que alcanzaría su auge en la década siguiente.
Más tarde se estableció la Montgomery Fruit Company en la hacienda de Ixtapa (no confundir con Zihuatanejo), para la explotación de plátanos exportados a los Estados Unidos. La compañía trajo los primeros tractores a la región, casas prefabricadas, un generador eléctrico y hasta un ferrocarril. Había trabajo de sobra y los comerciantes del puerto se beneficiaban con el aumento de sus ventas. Los Vallartences todavía recuerdan esos años como la "bonanza de Ixtapa".
En la segunda mitad de los años 1930 y la primera de los años 1940, la pesca del tiburón tuvo gran importancia: su carne salada, seca, se enviaba a la ciudad de México en donde se vendía. El aceite del hígado se exportaba a la Unión Americana en donde era transformado en cápsulas que se entregaban a los soldados de la Segunda Guerra Mundial como complemento vitamínico. También se exportaba pieles de tiburón, cocodrilo, algunas perlas y nácar.
En 1951, la ciudad celebró con grandes festejos el primer centenario de su fundación. El 12 de diciembre de aquel año, la armada de México se presentó en la bahía para saludar a los Vallartences con su salva de 21 cañones, y en la plaza, los 80 ejecutantes de la banda de la Marina entonó las notas del Himno Nacional Mexicano.
La llegada de capitales externos y la apertura de negocios relacionados con el turismo, la entrada de la compañía Mexicana de aviación que reinstaló la ruta aérea que tenía dos años abandonada y el establecimiento de algunos programas del gobierno estatal para el desarrollo de la costa, fomentaron la economía local.
Sin embargo, para México y el mundo permanecía el lugar casi desconocido, hasta que un hecho sobresaliente se encargó de difundir sus grandes atractivos; la filmación en escenarios naturales del puerto, de la película La noche de la iguana, en el año de 1963, dirigida por John Huston, con los actores de fama internacional Richard Burton, Ava Gardner y Deborah Kerr.
El 31 de mayo de 1968, al celebrarse el quincuagésimo aniversario de municipio, el Más tarde, iniciaron obras de mucha importancia que beneficiaron a todo el valle y cambiaron definitivamente el papel que el puerto había desempeñado, hasta entonces en desarrollo.
Un hecho muy importante marcó el inicio de la década de los años 1970. El 20 de agosto de 1970, se reunieron en el puerto los presidentes Gustavo Díaz Ordaz de México y Richard Nixon de los Estados Unidos. Durante su visita, el presidente de México inauguró obras de mucha importancia: la carretera Compostela-Puerto Vallarta y el puente sobre el río Ameca, el aeropuerto internacional, la subestación eléctrica de la CFE y nuevas dársenas.
Esta obra hizo posible la llegada de más cruceros, y el nuevo aeropuerto permitió el incremento de los vuelos de las compañías ya existentes y la entrada de aerolíneas extranjeras. Puerto Vallarta quedo así comunicado con las principales ciudades del país y del mundo entero.
Se incrementó la afluencia de turistas, y como consecuencia se abrieron nuevas fuentes de trabajo para personal con experiencia en las diferentes ramas de la industria turística y el aumento de la población con la llegada de inmigrantes de diferentes partes del país, empezó a reflejarse en la escasez de viviendas.
Para regularizar la tendencia de la tierra se creó el fideicomiso. El dinero obtenido de la venta de los terrenos o de la regularización de los mismos seria empleado en obras de beneficio social tales como: drenaje, agua potable, calles, caminos y la remodelación urbana.
Actualmente, es considerable la afluencia de visitantes de casi todo el mundo, quienes gozan de las maravillas naturales, así como las facilidades que Puerto Vallarta brinda al visitante.
Las Bellezas naturales de esta reguion son:
Playas Gemelas: una de las playas de arena blanca más bellas de la región: pequeña, llena de vegetación y ligeramente rocosa. Tiene grandes árboles que proporcionan sombra y una vista panorámica de Los Arcos.
Playa de los Muertos: la playa más famosa y concurrida de Puerto Vallarta. Alberga una barra de hoteles que proporciona actividades sin descanso. Se puede sentir la arena bajo los pies mientras se disfruta del arte culinario de los restaurantes. Del muelle salen taxis acuáticos a las playas de Yelapa, Las Ánimas y Quimixto. Los bares de esta zona son el entorno perfecto para disfrutar de una puesta de sol. En el muelle se practican diferentes actividades, natación, pesca, etc. Un punto importante de mencionar en dicha playa es que existe una zona exclusiva que frecuenta la comunidad gay y de lo cual podemos mencionar que, en cuanto a la economía de Puerto Vallarta, aporta gran parte de los ingresos económicos, ya que existen muchos servicios para este sector que en los últimos tiempos se ha incrementado de manera considerable.
Conchas Chinas: pequeño pueblo con una gran playa solitaria y pacífica. La costa de Emiliano Zapata se abre entre la vegetación nayarita y ofrece paisajes sin intervención de la mano del hombre.
Playa los Camarones: cerca del centro de la ciudad, pero apartada del ruido y del bullicio de los hoteles.
Boca de Tomatlán: colinas empinadas y cubiertas de palmeras forman el fondo de esta pintoresca e inspiradora bahía. La pequeña playa está al lado de un pueblo pesquero.
Boca de Tomates: Zona de ramadas para ir a visitar y comer, amplia vista de la bahía y cercana al aeropuerto, es esta zona el límite natural que divide a Jalisco de Nayarit.
Playa Garza Blanca: Hermosa y pequeña playa de fina arena blanca situada al extremo sur de la bahía de banderas en el municipio de Puerto Vallarta, Jalisco. Ampliamente recomendable para el descanso y esparcimiento, así como para la práctica de deportes acuáticos.